Los comentarios del jefe de Estado, que tiene un cargo ampliamente ceremonial pero cuyas palabras comportan una autoridad moral, se suma al debate abierto sobre la cantidad de personas que puede acoger e integrar la sociedad alemana.
"Queremos ayudar. Tenemos un gran corazón. Sin embargo, hay un límite a lo que podemos hacer", declaró Gauck, un antiguo activista de Derechos Humanos en la antigua Alemania oriental, en un discurso el domingo por la noche.
"Nuestra capacidad de aceptar a personas es limitada, aunque no sabemos aún donde están estos límites", ha añadido. Gauck pareció ofrecer un tono más cauto que el de la canciller, Angela Merkel, que ha dicho que Alemania puede hacer frente a la llegada récord de refugiados e inmigrantes.
La popularidad de Merkel ha caído marcadamente por su gestión de la crisis de refugiados, según dos sondeos publicados durante el fin de semana, lo que indica un cambio en el sentir del país más poblado de la UE. El Gobierno central acordó la semana pasada dar a los 16 'laender' unos 4.000 millones de euros el próximo año para ayudar a cubrir el coste de atender a los refugiados.