Yanukóvich ha anunciado, en una reunión con los líderes eclesiásticos, que cambiará a sus ministros coincidiendo con la sesión extraordinaria que tendrá lugar el 28 de enero en la Rada Suprema (Parlamento). El pleno ha sido convocado para discutir las crecientes tensiones políticas y sociales.
El presidente renovará su gabinete "para intentar encontrar al equipo más profesional posible", según una información de la agencia Interfax. La remodelación del ejecutivo, encabezado por el primer ministo Mikola Azarov, era una de las principales reivindicaciones de la oposición.
Yanukóvich también ha prometido amnistías para quienes hayan sido detenidos durante las protestas de las últimas semanas y no hayan cometido delitos graves.
También ha sugerido la posibilidad de enmendar el polémico paquete legislativo aprobado el 16 de enero para tratar de contener la ola de protestas, según informa el diario 'Kyiv Post'. Organizaciones pro Derechos Humanos han considerado que estas medias limitaban los derechos básicos de reunión y manifestación.
Yanukóvich ha prometido que "hará todo lo que pueda" para "detener el conflicto", para "frenar la violencia" y lograr la estabilidad. Sin embargo ha afvertido que no dudará en utilizar "todos los métodos legales" para contener los enfrentamientos si la crisis no resuelve de una forma "amistosa", informa la Presidencia en un comunicado.
Sobre el papel de las fuerzas de seguridad en la represión de las manifestaciones, el mandatario ha negado que se hayan excedido. A su juicio, se han limitado a ofrecer una "respuesta" a acciones como quema de mobiliario, lanzamientos de piedras o allanamiento de edificios públicos.
Yanukovich ha aprovechado para cuestionar el papel de los líderes opositores, a los que la situación se les habría ido de las manos "los radicales no van a detenerse. Siguen destruyendo, quemando", ha lamentado.