"Trump es un ejemplo para mí. Soy consciente de la distancia que hay entre Trump y yo, pero si existe la posibilidad pretendo acercarme a él por el bien de Brasil y de Estados Unidos", ha manifestado Bolsonaro durante una visita a la localidad de Boston, en el este del país.
Asimismo, el precandidato brasileño, que se ha reunido con pastores evangélicos, empresarios e inversores, ha indicado que hará lo necesario para "poner punto y final al adoctrinamiento y sexualización de los niños" en la enseñanza pública brasileña, según ha recogido el diario local 'Folha de São Paulo'.
Bolsonaro ha defendido el derecho a portar armas de todos los ciudadanos de Brasil dado que, en su opinión, "un pueblo desarmado es un pueblo manipulado".
Por otra parte, ha alabado el patriotismo de los ciudadanos estadounidenses y ha prometido que si gana las elecciones colocará a militares al frente de varios ministerios.
Después de visitar las ciudades de Miami y Boston, está previsto que Bolsonaro acuda a Nueva York y Washington a finales de esta semana.
UNA FIGURA CONTROVERTIDA
El diputado brasileño fue condenado en agosto a pagar una indemnización de 10.000 reales (2.662 euros) a la diputada María do Rosario Nunes, del Partido de los Trabajadores (PT), por haberle espetado que "no la violaría porque ni eso merece" durante una discusión en la Cámara de Diputados.
Bolsonaro constituye una figura controvertida en el país, donde se ha defendido en varias ocasiones la tortura como práctica legítima y la dictadura militar.
El ahora precandidato presidencial tampoco esconde su carácter racista. En una entrevista, al ser preguntado por cómo actuaría si un hijo suyo se enamorase de una chica negra respondió que eso nunca ocurriría porque sus hijos están "muy bien educados".