Los expertos aseguran que es imposible que un avión desaparezca, como ha ocurrido con el Boeing de Malasyan Airlines, gracias a los medios tecnológicos y de seguimiento implantados en cada aparato que son detectados hasta por dos radares. Para David Guillamón, controlador aéreo, “la única explicación es una explosión súbita en el aire, un fallo eléctrico que impida el correcto funcionamiento del aparato que envía la señal o que alguien, manualmente, desconectara el aparato”. Los pilotos tampoco encuentran explicación, “es un avión civil, no está hecho para ser invisible”, afirma el comandante Francisco Jesús Álvarez, “pienso que no tenemos toda la información, parece un expediente”. Pero todos coinciden en que es muy difícil perder la última posición del avión porque toda esa información queda grabada.