El ex primer ministro y líder de Al Mustaqbal, Saad Hariri, ha expresado su deseo de que se forme un gobierno de unidad, en medio de los rumores sobre su nombramiento de nuevo como primer ministro tras su apoyo a la candidatura de Aoun.
El secretario general del partido-milicia chií Hezbolá, Hasán Nasralá, ha felicitado a Aoun y le ha deseado "una larga vida y éxito en sus nuevas responsabilidades nacionales". Hezbolá ha apoyado desde el comiento la candidatura de Aoun.
Asimismo, el candidato a la Presidencia y líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh, ha felicitado a Aoun, agregando que su elección "es una victoria para el Movimiento 8 de Marzo", del que ambos forman parte.
Por su parte, el líder del Partido Socialista Progresista (PSP) y de la comunidad drusa, Walid Yumblat, ha descrito la jornada como "excelente", destacando que "finalmente se ha superado el dilema".
La mayoría del bloque que encabeza Yumblat ha votado a favor de Aoun, después de que Henri Helou --respaldado por el líder del PSP-- anunciara hace unos días que retiraba su candidatura.
A los llamamientos a favor de la cooperación se ha sumado el líder de Falanges Libanesas, Samir Geagea, rival histórico de Aoun hasta que le dio su respaldo después de que Hariri dejara de apoyar su candidatura en diciembre de 2015 para impulsar la de Franjieh.
Además, el también ex primer ministro Fuad Siniora, quien no ha votado a favor de Aoun, ha resaltado que "hay un presidente y hay que cooperar con él", según ha informado el diario local 'An Nahar'.
Por último, el ex primer ministro Nayib Mikati ha destacado que desde hoy se suma a la "oposición constructiva", después de expresar su rechazo a la candidatura de Aoun.
LA ELECCIÓN DE AOUN
Aoun ha sido elegido este lunes por el Parlamento tras más de dos años de vacío de poder, desde que en mayo de 2014 abandonó el cargo el anterior mandatario, Michel Suleiman.
Aoun ha salido elegido como mandatario por mayoría absoluta en la cuarta votación, con un total de 83 votos, gracias al respaldo de Al Mustaqbal, el grupo político del ex primer ministro Saad Hariri, y de Hezbolá.
Los juegos de alianzas políticas en Líbano han complicado la sucesión de Michel Suleiman, quien abandonó el cargo en mayo de 2014, llevando al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia, si bien la situación no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008.
En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parecía distante ahora debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.
El sistema político libanés contempla que la Presidencia del país debe ser ocupada por un cristiano, mientras que el primer ministro debe ser suní y el presidente del Parlamento, chií.