Fuentes de los peshmerga citados por la cadena de televisión kurda Rudaw, tres de los yihadistas muertos eran terroristas suicidas que murieron en los enfrentamientos.
"Todos los milicianos (de Estado Islámico) han muerto en las trincheras, ya que no tenían forma de escapar", han manifestado estas fuentes.
Las fuerzas kurdas arrebataron Bashiqa a Estado Islámico durante la jornada del lunes, y en estos momentos están realizando tareas para retirar los explosivos colocados por los yihadistas en la ciudad.
La toma de Bashiqa se enmarca en la ofensiva anunciada el 17 de octubre por el primer ministro, Haider al Abadi, contra Mosul. El grupo yihadista controla la ciudad desde verano de 2014 y la ha convertido en la capital iraquí de su proclamado califato.
Con cerca de dos millones de personas antes de que comenzaran los enfrentamientos, la ciudad constituye una zona de vital importancia para los milicianos en Irak. No obstante, el Gobierno teme que el asalto a la urbe provoque un éxodo masivo de civiles.