Varios testigos residentes cerca de la frontera han explicado cómo puertas y ventanas temblaron la mañana del jueves.
Sin embargo, ni los servicios sismológicos, ni los aviones supersónicos de la zona detectaron actividad alguna.
No obstante, el fenómeno existió y se percibió durante 8 segundos como si fuese un seísmo de 2,8 de magnitud. Los instrumentos del Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada (CICESE) lo detectaron, ha publicado RT.
Estos mismos definen el fenómeno como una “perturbación” que se produce por el cambio de presiones atmosféricas o temperaturas provenientes del océano Pacífico.