"Pensé que iba a morir, mi vida terminaba"

Noticias Cuatro 07/12/2012 08:47

Consciente de que ese día volvió a nacer, Tara Hawkes recuerda el día de la tragedia como si fuera ayer. La joven se encontraba remando en una piscina de agua dulce sin percatarse de la presencia del cocodrilo cuando la terrible criatura agarró su muslo izquierdo y tiró de ella. "Sentí un dolor en mi pierna y que me llevaban bajo el agua", cuenta Tara. "Él jubaba conmigo como si yo fuera un oso de peluche. Pensé que iba a morir, mi vida terminaba. Solo podía ver unos cuatro centímetros de la parte superior de la pierna ya que el resto estaba en la boca del animal".

Tan sigiloso fue el animal, que un amigo de Tara que la estaba mirando desde la orilla pensó que le estaba gastando una broma hasta que empezó a ver sangre por todos lados. Entonces, el joven se lanzó al agua con otro compañero. La pareja consiguió que Tara sostuviera la cabeza por encima del agua y uno de ellos luchó con el cocodrilo hasta que se la arrancaron literalmente de la boca con seguridad.

Pero calvario de Tara no había hecho más que empezar. La joven había perdido mucha sangre y tuvo que ser trasladada en helicóptero a un hospital cercano, donde los cirujanos la operaron durante cuatro horas para intentar salvar su pierna.

Tara recuerda como pensó que perdería la pierna porque el cocodrilo la había hecho pedazos. Finalmente, los médicos hicieron un buen trabajo y de esa experiencia traumática a la joven solo le queda el recuerdo y unas cuantas cicatrices.

La azafata sabe que le debe su vida a sus amigos Al y Mike que la sacaron de las fauces del cocodrilo. Ambos han sido su heroismo recompensado con los premios 'Royal Life Saving Society's Western Power Bravery'.