Gobierno y oposición en Ucrania siguen sin llegar a un acuerdo dos meses y medio después de que comenzara la crisis de gobierno. La plaza de la Independencia de Kiev se ha convertido ya en todo un símbolo de la resistencia. Un campamento helado donde conviven como pueden los proeuropeos, y donde también puede surgir el amor. Detrás de las barricadas, en medio de los disturbios y el crudo invierno de Ucrania también hay tiempo para los encuentros, como el de Julia, de 25 años, y Brodgan, de 21. Sin pensarlo, decidieron casarse cuanto antes, en el Ayuntamiento de la ciudad, donde no ha faltado detalle. Ni el vestido blanco de la novia, ni la tarta nupcial. Escoltados por los compañeros de lucha, ambos han llegado al improvisado altar al ritmo de una marcha nupcial interpretada por un músico que suele animar a los activistas. Ahí se han dado el si quiero, y recibido las bendiciones. Tampoco han faltado los regalos, prácticos para este momento. Entre ellos, una gran manta para pasar en el campamento las noches heladas. Aunque la primera juntos han preferido no pasarla allí.