Se trata de un grupo de refugiados que ya se encontraban en el centro de detención de Lesbos antes del acuerdo entre la UE y Turquía, según ha confirmado el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Dos de las familias, todas ellas musulmanas, proceden de Damasco y la otra de Decir Azzor, zona ocupada por el Daesh. Sus casas fueron bombardeadas.
Su acogida y mantenimiento correrán a cargo del Vaticano y la ayuda inicial estará garantizada por la Comunidad de San Egidio.