OTAN teme que el número de soldados rusos que participará en maniobras Zapad sea mayor al avanzado por Moscú

EUROPA PRESS 13/07/2017 18:03

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado que Moscú ha trasladado a los aliados en la reunión del Consejo OTAN-Rusia este jueves que el número de soldados que participarán en las maniobras conjuntas de Rusia y Bielorrusia Zapad en territorio bielorruso es inferior al que estipula la OSCE para garantizar la observación internacional, aunque ha cuestionado estas cifras al recordar que el número de militares en ejercicios rusos suele ser "sustancialmente más" al oficialmente avanzado.

"Pedimos a Rusia que se adhiera al documento de Viena" que regula la inspección y observación "obligatoria" de las maniobras militares cuando alcanzan un determinado umbral de fuerzas, ha reclamado el secretario general aliado en rueda de prensa al término de la reunión de los embajadores de la OTAN con su homólogo ruso, Alexandr Grushkó, de tres horas y media, que se ha centrado sobre todo en el intercambio de información sobre sus respectivos ejercicios militares próximos.

Los ejercicios en los que participan más de 9.000 militares deben notificarse y si superan los 13.000 efectivos, número que no superarían según las cifras avanzadas por Rusia según fuentes aliadas, hay que garantizar observadores internacionales en las maniobras, según estipula el documento de Viena.

Sin embargo, fuentes aliadas recuerdan que Rusia suele dividir las fuerzas que participan en los ejercicios para que parezcan que están "por debajo del nivel" y que no ha notificado ningún ejercicio desde 1991.

"Por experiencias previas, en relación con ejercicios anteriores, tenemos todos los motivos para pensar que puede haber un número de soldados substancialmente mayor participando que las cifras oficiales dadas", ha avisado Stoltenberg, que ha admitido que la cifra final "todavía está por ver porque los ejercicios no han tenido lugar todavía".

"Las cifras han sido una parte importante de la discusión de hoy", por las que han preguntado "muchos" aliados, ha admitido Stotenberg, que ha evitado precisar la cifra de soldados exacta avanzada por Rusia, aunque ha insistido en que ha dado una cifra "total" de militares rusos y bielorrusos "por separado" y respecto a los aviones y barcos que participarán en las maniobras Zapad 2017 en septiembre.

Stoltenberg ha valorado que Rusia les haya informado de estas cifras teniendo en cuenta que la OTAN lleva meses pidiendo a Rusia transparencia sobre estas maniobras, que preocupan especialmente a los aliados del este porque estos intercambios contribuyen a "limitar el riesgo de un malentendido, un mal cálculo y una escalada no intencionada". Pero ha insistido en que "estos intercambios voluntarios no sustituyen a la transparencia obligatoria requerida de conformidad con el documento de Viena" y que la OTAN seguirá "muy de cerca" las maniobras Zapad.

Stoltenberg ha respaldado la decisión de Estados Unidos de desplegar misiles Patriot a Lituania de forma "bilateral" como parte de su iniciativa para "aumentar" su presencia militar en Europa sin precisar cuánto tiempo permanecerán desplegadas y ha explicado que "menos de 5.000" militares de la OTAN participarán en las próximas maniobras aliadas que pondrán a prueba la estructura de mando de la Alianza Atlántica. Estas contribuirán a preparar el próximo ejercicio en vivo "grande" de la OTAN Trident Juncture en 2018, en el que podrían participar "alrededor de 35.000" efectivos, aunque las cifras finales todavía no se han decidido.

"No vemos ninguna amenaza inminente contra ningún aliado de la OTAN", ha concedido con todo Stoltenberg, que ha admitido que "el diálogo puede ser difícil" con Rusia pero "es esencial", especialmente "en momento de tensiones elevadas como ahora" y ha puesto en valor la discusión "franca y útil" que han mantenido.

El embajador ruso ante la OTAN ha rechazado precisar la cifra de militares que participarán en Zapad 2017 porque "es información confidencial" pero ha confiado en que las cifras avanzadas a los aliados "permita dejar de demonizar este ejercicio y los rumores sobre las amenazas que este ejercicio pueda traer" tras recordar que algunos países de la OTAN dicen que participarán "200.000".

"Hoy hemos dados nuestras cifras", ha zanjado, aunque ha admitido que la planificación de las maniobras no ha concluido y ha explicado que Moscú informará cuando se acerque la fecha del ejercicio a los encargados de defensa de las embajadas, insistiendo en que "si alcanzan los niveles requeridos por el documento de Viena se garantizará la observación".

Grushkó ha afeado además que los aliados realizarán "más de diez ejercicios" entre junio y noviembre con el objetivo de "mantener la presencia militar de las fuerzas de los aliados cerca de las fronteras de Rusia" en "el mismo escenario" y "en un espacio muy limitado de tiempo" en el que de forma "acumulada" participarán "40.000 soldados". "¿Hay que contar un ejercicio o una secuencia de ejercicios?", ha lanzado.

El diplomático ruso ha insistido en la necesidad de restablecer los contactos a nivel militar y ha vuelto a reiterar a los aliados la oferta de Rusia de que "expertos militares" de ambas partes "se sienten juntos, miren los mapas y hagan un análisis conjunto de las capacidades" desplegadas por cada parte cerca de sus fronteras, insistiendo en que el refuerzo militar aliado en el flanco este es "sensible" para Moscú y no se atiene a "necesidades de seguridad reales".

"Lo llevamos proponiendo muchos meses, no sólo aquí, en Viena también", ha dicho. La OTAN sin embargo sigue esperando una respuesta a la carta que le envió hace cuatro meses el comandante supremo aliado de la OTAN (SACEUR), general estadounidense Curtis Scaparroti, al jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, para "establecer los términos".

Ambas partes también han abordado la seguridad aérea en la región báltica, donde Stoltenberg ha asegurado que ha habido "avances" en el marco del grupo de expertos liderado por Finlandia y tras dejar claro que "la gran mayoría de las interceptaciones" se realiza de forma "segura y responsable" aunque "hay ejemplos de comportamiento inseguros" y hay que reducir el riesgo de incidentes.

La OTAN y Rusia han vuelto a constatar en la reunión sus "desacuerdos fundamentales" sobre la crisis ucraniana, en palabras de Stoltenberg, que ha vuelto a dejar claro la necesidad de aplicar el acuerdo de Minsk, que "ofrece la mejor oportunidad" para resolver el conflicto y ha criticado que las armas pesadas "no han sido retiradas de la zona de conflicto".

"El proceso de Minsk está bloqueado por el hecho de que las autoridades de Kiev no están dispuestas a aplicar el paquete político de los Acuerdos de Minsk", ha criticado el embajador ruso, que ha dejado claro que no habrá una solución sin un diálogo directo entre Kiev y las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.

Los aliados y Rusia también han abordado la situación en Afganistán, donde Stoltenberg ha insistido en la necesidad de "apoyar" al Gobierno afgano en el proceso de reconciliación y ha admitido que Rusia ha dicho "muy claramente que no están apoyando a los talibán". "No hemos visto ninguna prueba ni información confirmada sobre este tipo de apoyo", ha dicho.

El embajador ruso ha alertado por su parte del deterioro en Afganistán y ha lamentado que Rusia y la OTAN dejaran de cooperar en el país. Así, ha avisado del peligro "serio" de que el país vuelva a convertirse en "un santuario para terroristas", al tiempo que ha lamentado que "las posiciones del Estado Islámico no se están debilitando" y hay un aumento de la producción de drogas, que ha recordado constituye "una enorme contribución financiera para los terroristas".