En un comunicado, la OTAN confía en que el acuerdo suponga un "mayor impulso a una solución política para finalizar el horrible derramamiento de sangre en Siria".
Rasmussen celebra este "importante paso hacia la meta de asegurar una eliminación rápida, segura y verificable del arsenal de armas químicas de Siria" y exige a Damasco "un cumplimiento total y sin reservas" del acuerdo.
"La comunidad internacional tiene la responsabilidad de garantizar que la ley de larga duración y práctica contra el uso de armas químicas se preserve y los infractores que rindan cuentas", remarca la OTAN en el comunicado.