Un hombre disfrazado de agente de policía ha abierto fuego este viernes contra la reunión anual de las juventudes del partido Laborista en la que estaba previsto que acudiera el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, en la localidad de Utoya, una pequeña isla al oeste de Oslo, según confirmó el propio jefe del Ejecutivo a la televisión noruega.
El ministro de Justicia e Interior de Noruega, Knut Storberget, ha confirmado que el hombre, detenido tras el tiroteo, es un ciudadano noruego.
En la misma rueda de prensa, el primer ministro noruego, Jens Stoltengerd, ha condenado los "sangrientos y cobardes" atentados y ha asegurado que sus autores "no destruirán la democracia ni los ideales por un mundo mejor".
"Nadie nos va a callar con bombas, nadie nos va a callar con disparos", prosiguió. "Encontraremos a los culpables y les haremos responder de sus actos", agregó.
Asimismo, en declaraciones recogidas por la BBC, el jefe en funciones de la Policía de Oslo Sveinung Sponheim afirmó que el presunto autor de los disparos también había sido visto en Oslo antes del atentado perpetrado en el centro de la capital, que causó al menos siete muertos.
La Policía de Oslo ha confirmado que al menos nueve o diez personas han muerto a causa del tiroteo.
"La cifra es nueve, puede que diez", declaró ante la prensa el subjefe de la Policía de Oslo, Sveining Sponheim, a la pregunta sobre el balance de víctimas mortales del tiroteo. "Eso es lo que sabemos de momento", añadió.
Asimismo, Sponheim explicó que la Policía ha detenido a un hombre, al que está interrogando, que podría tener informaciones sobre el atentado perpetrado este mismo viernes en el centro de Oslo, que causó al menos siete muertos.
Poco antes, un testigo, Andre Skeie, aseguró a Reuters que había visto con sus "propios ojos" al menos 20 cadáveres flotando en el agua después del tiroteo de Utoya.