El comandante del Ejército Libre Sirio, el teniente coronel Riad al Assad, ha ordenado a los opositores armados que no ataquen a las fuerzas gubernamentales mientras estén en el país los observadores de la Liga Árabe, que están intentando comprobar si las autoridades están aplicando el plan de paz que firmaron.
"Di la orden de detener todas las operaciones desde que el comité llegó a Siria, el viernes pasado. No habrá operaciones contra el régimen, salvo en situaciones en que haya que defenderse", ha declarado este viernes el teniente coronel por teléfono a la agencia Reuters.
Al Assad ha indicado que la suspensión será a la espera de conseguir un encuentro con los observadores de la Liga Arabe, que llegaron el lunes a Siria, y ha precisado que por ahora no ha conseguido contactar con ellos.
"Hemos intentado comunicarnos con ellos y hemos pedido una reunión con el equipo. Hasta ahora no hemos tenido éxito. No nos han dado ningún número de teléfono para contactar con los observadores, pese a que lo hemos pedido, ni nadie se ha puesto en contacto con nosotros", ha explicado.
El Ejército Libre Sirio, formado por miles de desertores del Ejército regular y las fuerzas de seguridad y financiados por sirios en el exilio, ha lanzado una ofensiva en los últimos tres meses contra las fuerzas gubernamentales.
"Algunos de nuestros soldados dentro de Siria están intentando contactar con ellos, pero hasta ahora no parece que los miembros del comité tengan mucha libertad de movimiento para que los soldados puedan reunirse con ellos. Los observadores están escoltados por algunos miembros de la seguridad siria y nuestros desertores, de ser encontrados, pueden ser arrestados e incluso ejecutados", ha subrayado el coronel Al Asaad.
Según el comandante de los sublevados, unos 1.500 de sus hombres están bajo custodia e ilocalizables.