En una intervención ante la Asamblea Nacional del país africano, Eliasson ha destacado la necesidad de restaurar la seguridad y mantener una gobernabilidad inclusiva en RCA.
Asimismo, ha reiterado el compromiso de la ONU de apoyar al país y continuar haciendo énfasis en la protección de los civiles, siguiendo una política de tolerancia cero en materia de explotación y abusos sexuales.
El país se encuentra sumido en una profunda crisis desde finales de 2012, cuando los enfrentamientos entre los rebeldes de la coalición Séléka, mayoritariamente musulmana, y las milicias 'anti balaka', cristianas, provocaron cientos de muertos.
Durante el fin de semana murieron al menos diez personas en unos enfrentamientos registrados entre tres grupos de autodefensa en un barrio de mayoría musulmana de la capital, Bangui.
Los incidentes tuvieron lugar al hilo de la muerte de 25 personas, entre ellas seis policías, en enfrentamientos entre milicianos ex Séléka y 'anti balaka' en diversos puntos de RCA.
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en RCA (MINUSCA) ha condenado los enfrentamientos de las últimas semanas, afirmando que son "contrarios a las aspiraciones de paz de la gran mayoría de los esfuerzos de la población".