O'Brien, que ha estado presente en una sesión del Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria, ha informado de una escalada de violencia en diferentes partes del país y ha confirmado que las partes en conflicto continúan cometiendo atrocidades, particularmente en Alepo.
En esta ciudad, ha explicado, el uso de armamento pesado durante las últimas semanas ha provocado numerosas víctimas, además de haber provocado el cierre, el pasado 7 de julio, de la última vía de acceso a la ciudad.
"La comunidad internacional no puede permitir que el este de Alepo se convierta en otra área sitiada, la más grande que habría", ha alertado el responsable de Operaciones de Emergencia.
"Es una vergüenza medieval. No debemos dejar que esto ocurra y el reloj avanza", ha añadido, antes de instar a las partes y a los actores influyentes a "establecer una pausa humanitaria semanal de 48 horas en el este de Alepo, de manera que la ONU y sus socios tengan acceso seguro y regular a un cuarto de millón de personas atrapadas en el frente de combate".
Este mismo lunes, la Unión Europea ha manifestado profunda preocupación por los recientes atentados perpetrados durante el fin de semana contra varios hospitales en Alepo, que reflejan un "recrudecimiento de la violencia en el norte de Siria" y ha instado a todos los bandos a "no atacar a la población civil y a restablecer el cese de hostilidades".