El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, ha elevado este martes ampliamente el cálculo aproximado de víctimas mortales por la represión del Gobierno en Siria y ha dicho que podría estar "muy por encima de 7.500".
Sólo en el día de hoy, las fuerzas sirias han bombardeado bastiones de la oposición matando al menos a 25 personas.
En el transcurso del debate sobre Siria que se está desarrollando en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el representante sirio ha abandonado el lugar y ha exigido a todos los países que dejen de "proporcionar armas" a los rebeldes que luchan contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad.
El embajador ha calificado de "estéril" la discusión en el Consejo, ha pedido a los demás Estados que "dejen de incitar al sectarismo (religioso) y de proporcionar armas" a los rebeldes y ha criticado las "sanciones injustas y unilaterales" impuestas a Damasco porque, según ha dicho, están impidiendo que los sirios obtengan medicamentos y combustible y realicen transferencias bancarias.
Reclaman seguridad para enviar ayuda humanitaria
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha informado de que ha conseguido hacer llegar alimentos y otros suministros a Homs (centro) e Idlib (norte) pero ha subrayado que la Media Luna Roja Árabe Siria necesita mejores condiciones de seguridad en ambos lugares para poder distribuirla. Así las cosas, el organismo internacional ha reclamado la aplicación de una tregua humanitaria en Siria con el fin de que haya una "ventana diaria" para poder facilitar ayuda a los afectados por la violencia en el país.