El 1 de octubre --fecha en la que se conmemora la independencia de la parte en la que se habla inglés de Camerún respecto a Reino Unido-- los secesionistas se manifestaron para denunciar la supuesta discriminación que sufren por parte del Gobierno francoparlante. Durante las protestas se sucedieron enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía, donde varios testigos aseguraron que las fuerzas de seguridad dispararon contra los separatistas.
"Fuentes solventes han indicado que varias de las muertes han sido provocadas por abuso de poder de las fuerzas de seguridad", ha manifestado el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville, en declaraciones en Ginebra, donde ha pedido a las autoridades camerunesas que abran una investigación efectiva, imparcial e independiente cuanto antes para resolver la cuestión.
La ONU ha recordado que deben respetarse los derechos de concentración pacífica y libertad de expresión y ha defendido que las autoridades deberían dialogar con los secesionistas anglófonos para acabar con el conflicto que se ha extendido durante décadas.
La división de Camerún data del final de la I Guerra Mundial, cuando la Sociedad de Naciones repartió la antigua colonia alemana de Kamerun entre Francia y Reino Unido. La zona angloparlante tiene fuertes vínculos con el este de Nigeria y la frontera ha quedado ya cerrada.