Noudéhou ha mencionado que es indignante que civiles y miembros de misiones humanitarias continúen siendo el blanco de acciones como ésta. "Llamo a todos los grupos armados a que respeten a los civiles y a los trabajadores humanitarios, dondequiera que estén en el país", ha añadido.
"En un momento en que las necesidades humanitarias han alcanzado niveles sin precedentes, es inaceptable que aquellos que están tratando de ayudar sean atacados y asesinados", ha dicho el coordinador humantario de la ONU. "Para que podamos continuar proporcionando ayuda que salve la vida a los civiles que están sufriendo, se han de respetar la seguridad y la protección de los cooperantes. Los atacantes deben rendir cuentas y los ciclos absurdos de violencia deben llegar a su fin", ha añadido.
Noudéhou también ha enviado sus "más profundas y sinceras condolencias a la familia, amigos y compañeros de aquellos que se han visto afectados por este terrible ataque".
Entre las víctimas del incidente se encontraban nueve cooperantes, seis de los cuales han muerto. Los otros seis están heridos de manera grave, por lo que se les ha trasladado a la capital del país, Yuba, en aras de proporcionarle una mejor atención médica.
Durante la ofensiva también se quemaron, saquearon y destruyeron casas y propiedades de civiles, así como un centro médico gestionado por una ONG. Además, los asaltantes habrían secuestrado supuestamente a varios niños. Del mismo modo, un gran número de personas se vieron obligadas a desplazarse a aldeas vecinas debido a los enfrentamientos entre distintas comunidades.
Este ataque eleva de momento a 92 el número de cooperantes muertos en Sudán del Sur desde el inicio de la crisis que vive el país en diciembre de 2013.