Nueva jornada de enfrentamientos en Trípoli tras el colapso del alto el fuego pactado

EUROPA PRESS 17/03/2017 02:26

El alto el fuego ha sido rechazado durante la jornada por la Brigada de Revolucionarios de Trípoli, encabezada por Haizem Tajuri y leal al gobierno de unidad.

En un comunicado, el grupo ha afirmado que el acuerdo no representa los deseos de los tripolitanos, recalcando que, a falta de un Ejército legitimado que defienda la capital, continuará sus operaciones para proteger a la población.

Así, ha acusado a milicianos de otras ciudades de avanzar hacia la ciudad para intentar desestabilizar la capital, según ha informado el diario local 'The Libya Herald'.

Los enfrentamientos están sido protagonizados por la Brigada de Revolucionarios de Trípoli y la Guardia Nacional --una coalición de milicias, principalmente de la localidad de Misrata, creada en febrero--.

Los combates se desplazaron el miércoles hasta el hotel Rixos, en el que se encontraba el ex primer ministro autoproclamado Jalifa Gwell desde el mes de octubre, cuando encabezó un intento de golpe de Estado.

La Brigada de los Revolucionarios de Trípoli logró tomar el hotel durante la jornada, en unos enfrentamientos en los que Gwell podría haber resultado herido, si bien este extremo no está confirmado.

Los apoyos a Gwell fueron limitados en un primer momento, si bien la milicia Sala de Operaciones de los Revolucionarios de Libia le declararon su respaldo posteriormente, así como la recientemente creada Guardia Nacional.

A ella se han unido milicianos leales al gran muftí del país, Sadek al Ghariani, y varias brigadas de la localidad de Misrata. Las tensiones se dispararon a finales de noviembre con el asesinato del clérigo Nadir al Omrani, mano derecha de Al Ghariani.

El gran muftí de Libia ha sido uno de los representantes más visibles al gobierno de unidad, y en marzo emitió una 'fatua' declarando "diez años de yihad" contra estas autoridades.

Al Ghariani cuenta además con el respaldo de la Brigada de Defensa de Benghazi --que le ha jurado lealtad--, contra la que combaten las tropas leales al mariscal de campo Jalifa Haftar en esta ciudad.

LA FRAGILIDAD DEL GOBIERNO DE UNIDAD

La capital ha sido escenario de numerosos enfrentamientos en los últimos meses, y el gobierno de unidad ha ido perdiendo peso a medida que Gwell ha ganado apoyos entre diversas milicias que operan en la zona.

El primer ministro del gobierno de unidad, Fayez Serraj, sobrevivió en febrero a un ataque contra su convoy, en el que también viajaban el jefe del Consejo de Estado, Abdulrahman Sewehli, y el jefe de la Guardia Presidencial, Najmi Nakoa.

La oficina de prensa del Consejo de Estado achacó el ataque a "grupos armados con sede en el (hotel) Rixos", en referencia a Gwell, quien no se ha pronunciado sobre lo ocurrido.

El gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.

Este gobierno tampoco ha conseguido imponer su control en el este del país, donde opera otra autoridad enfrentada que no reconoce tampoco su autoridad, y que cuenta con un poderoso Ejército encabezado por Haftar.