Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron el pasado 19 de junio extender las sanciones comerciales a Ucrania hasta el 23 de junio de 2018, decisión a la que se han sumado Noruega, Montenegro, Albania, Georgia y la propia Ucrania.
"Garantizarán que sus políticas nacionales son conformes a esta decisión del Consejo. La Unión Europa toma nota de este compromiso y lo saluda", ha explicado la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, en un comunicado en nombre de los Veintiocho.
Las sanciones a Crimea, introducidas por primera vez en junio de 2014 y reforzadas en diciembre de ese año, prohíben la entrada de bienes de Crimea al mercado europeo no certificados por las autoridades ucranianas.
También prohíben nuevas inversiones para crear, adquirir o desarrollar infraestructuras en los sectores del transporte, telecomunicaciones y energía e inversiones en petróleo, gas o la explotación de minerales, así como la exportación de equipos clave para estos mismos sectores ni prestar servicios de asistencia técnica.
En particular, las empresas de la UE ya no pueden ofrecer servicios de crucero ni hacer escala en puertos de la península de Crimea salvo en caso de emergencia.