Minutos después de tomar la palabra tras haber sido investido presidente, Maduro ha sido desplazado del atril por un espontáneo con camiseta roja, que ha intentado dirigirse al público pero ha sido reducido por las fuerzas de seguridad. "¡Nicolás! Me llamo", ha gritado el espontáneo, que no ha podido continuar su frase dirigiéndose al micrófono al ser detenido por los escoltas.
Maduro, que se había apartado al verle llegar al atril, ha vuelto a su lugar y ha explicado que "ha fallado la seguridad". El presidente de Venezuela ha dicho que el espontáneo era un "compañero" y ha afirmado que "cualquier ciudadano tiene que entender que este es un evento que tiene sus reglas y tiene que ser respetado". "Después conversaremos con este muchacho", pero "lo que ha hecho está mal hecho", ha concluido el presidente, antes de retomar su discurso.