El peor balance de civiles se produjo en la provincia de Raqqa (centro-norte), con 20 muertos --incluidos ocho niños y tres mujeres--, a causa de un bombardeo de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad contra unas granjas de la aldea de Qahtaniya, al oeste de la capital provincial, Raqqa.
Aparte, diez civiles murieron en la Provincia de Damasco (sur), incluidos tres niños, a causa de varios bombardeos y disparos de francotiradores, y otros tres menores de edad fallecieron en la provincia de Hama (oeste) por la explosión de una bomba en la ciudad de Salamiyya y por un bombardeo contra la ciudad de Kafarzaita.
En cuanto a la muerte de insurgentes, el mayor balance se registró en Idlib (noroeste), con 20, 18 de ellos en la región de Maarat al Naman.
Por último, al menos 32 soldados del régimen perdieron la vida a causa de bombas, ataques y enfrentamientos en las provincias de Idlib (16), Hama, Homs, Damasco, Región de Damasco y Alepo.