En concreto, al menos 17 supuestos talibán murieron el sábado en bombardeos en las provincias de Paktia (sureste) y Ghazni (sur), tal y como han confirmado este domingo las autoridades.
En un primer bombardeo, siete talibán --entre ellos un alto cargo y un comandante del grupo-- murieron en la localidad de Sayed Karam, en Paktia, según ha señalado el portavoz del gobierno provincial, Abdulá Hasrat.
Posteriormente, otros diez insurgentes murieron en un ataque aéreo en la localidad de Andar, en Ghazni, tal y como ha confirmado el portavoz del gobierno de la provincia, Mohamad Arif Nuri, en declaraciones a la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Durante la jornada de este domingo, al menos 15 supuestos miembros de Estado Islámico han muerto en un bombardeo estadounidense en la localidad de Achin, situada en la provincia de Nangarhar (este).
El gobierno provincial ha indicado que en el ataque ha muerto además un civil, sin dar más detalles al respecto, según ha recogido la agencia local de noticias Jaama Press.
El grupo yihadista cuenta con una importante presencia en Nangarhar, donde el Ejército y las fuerzas estadounidenses han aumentado sus operaciones para intentar evitar su expansión en la zona.