El ministro de Información sursudanés, Lam Tungwar, ha afirmado que algunas de las víctimas son civiles --entre ellos niños--, asegurando que los combates estallaron tras un ataque de los rebeldes.
"Fue un ataque inesperado, y es un acto que condenamos firmemente. No es algo aceptable", ha recalcado, en declaraciones concedidas a la emisora local Eye Radio. Los rebeldes no se han pronunciado sobre lo sucedido.
Sudán del Sur se independizó de Sudán en 2011, pero se sumió en una guerra civil en 2013, cuando el presidente, Salva Kiir, destituyó a Riek Machar, actual líder rebelde que en aquel momento ejercía de vicepresidente en el marco de un gobierno de consenso.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
La semana pasada, el jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.
Shearer ha afirmado que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.