"Su madre y yo hemos venido a la ONU para lograr una reparación para nuestro hijo", ha dicho el padre, Michael Brown, tras una reunión del Comité para la Tortura en Ginebra en la que se ha analizado la situación en Estados Unidos. "No podría haber un lugar mejor", ha añadido en rueda de prensa.
La madre, Lesley McFadden, no ha podido evitar emocionarse cuando su marido reconocía que prefería haber muerto en lugar de su hijo, según informan los medios norteamericanos.
En un comunicado leído por el abogado de la familia, Darryl Parks, los padres también han dicho confiar en las decisiones judiciales y han abogado por la "no violencia".
La familia respeta los pasos dados desde el Gobierno federal para intentar que este tipo de incidentes no ocurran de nuevo.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, afirmó el martes que la Guardia Nacional estaría en alerta en caso de nuevos brotes de violencia una vez que el gran jurado determine si imputa o no al agente Darren Wilson, autor del disparo que mató a Brown. "Independientemente de lo que decida el gran jurado, esto no nos devolverá a Michael", ha lamentado el padre.