David Nigel Casson, exsoldado Scarborough (Reino Unido), fue hasta Suiza para poner fin a su vida, después de diez años sufriendo enfermedad de la motoneurona. Una enfermedad rara que produce una deficiencia en la capacidad para la realización de movimientos voluntarios.
El hombre, de 62 años, se despidió de sus tres hijos y su esposa Julie Casson, con la que lleva casado casi 40 años, a través de las redes sociales. Diagnosticado en el año 2007, los médicos no le auguraron más de cinco años de vida.
“Me da mucha alegría anunciar que he encontrado la única cura para la enfermedad, pero es triste tener que ir hasta Suiza para acabar mi vida. Es una pena que las leyes de mi país me impidan hacer esto en mi propia casa. Esta decisión llega porque quería recuperar el control de mi vida y vencer a la enfermedad. Me quería morir mientras fuera feliz y poder sonreír. Me quería morir con dignidad en lugar de ser torturado”.
Como informa Mirror, Casson tomó esta decisión el pasado mes de agosto, porque como ha declarado su esposa “al final necesitaba ayuda con todo y llevaba en silla de ruedas desde hace siete años”.