Los participantes han llevado lazos negros en las camisetas y han guardado 30 segundos de silencio antes de comenzar la carrera en memoria de las víctimas del atentado de Boston. La prueba se ha desarrollado bajo la vigilancia de un amplio dispositivo de seguridad y se han retirado todas las papeleras de las calles por las que transcurría el recorrido.
El Servicio de Policía Metropolitana de Londres ha duplicado el número de agentes destinados al evento para, según Scotland Yard, garantizar la seguridad de la población, aunque no existe una amenaza concreta al respecto.
Los corredores han recorrido después las principales calles del centro de Londres y pasado por delante de monumentos emblemáticos como la Torre de Londres, el Big Ben o el Palacio de Buckingham. En todos estos lugares era evidente la presencia de policías con perros.
"Les deseo un gran día a todos los que participan en la Maratón de Londres, buena suerte si estáis recaudando dinero y un recuerdo de nuestra parte para la Maratón de Boston", ha expresado el alcalde londinense, Boris Johnson, a través de su cuenta de Twitter.
Los patrocinadores de la carrera se han comprometido a donar 2 libras por cada corredor que complete el recorrido que irán destinada a The One Fund Boston, creado para recaudar fondos para las víctimas del atentado. Se estima que aproximadamente 35.500 personas cruzarán la línea de meta.