El jurado escuchó, por videoconferencia desde la clínica en la que está ingresada, cómo Angela, madre de tres hijos, dijo “he matado a mi bebé” a un transeúnte que la encontró en un puente en la mañana del asesinato. También le dijo que iba a saltar. El transeúnte llevó a Vane a una comisaría de policía, donde admitió el delito, informa Dailymail.co.uk.
Los agentes de policía que llegaron a la casa familiar descubrieron a Shaun muerte en la cama de su madre. Tenía una corbata atada en el cuello y un cuchillo en el abdomen.
Angela, que tiene otros dos hijos que tuvo cuando tenía unos 20 años de una relación previa, le dijo a la policía que había intentado estrangular a su hijo “durante años. Pensaba que si ponía un cuchillo en él podría sentir su corazón”.
Ante el juzgado, Vane negó el asesinato pero se declaró culpable de homicidio por motivos de responsabilidad disminuida ante el tribunal de Plymouth.
El juez ha descrito el caso como “inimaginablemente triste” y ha señalado que Vane estaba “muy enferma” en el momento de la muerte de Shaun. “'Nadie tiene ninguna crítica hacia usted como madre, de hecho, lo contrario. Tiene usted dos hijos mayores, cuya respuesta a esto ha sido a la vez compasiva y comprensiva”, le dijo a Angela el juez.
La abogada de Vane señaló que con anterioridad al incidente no había habido ninguna queja de Angela como madre y Shaun había sido “un niño bien cuidado”. Angela se separó del padre de su hijo en 2010 y tenía un historial de enfermedad mental.