Estas fueron algunas de las confesiones que el texano realizó el pasado lunes a Oprah Winfrey y que fueron emitidas por primera vez este jueves, madrugada del viernes en España. El exciclista confesó sus prácticas dopantes, pero, en esta primera parte de la entrevista, apenas dio nombres, aunque sí subrayó que su donación a la UCI nunca fue para "ocultar nada" y que "nunca" dio positivo en toda su carrera, recalcando en este sentido.
Así, con simples "sí", como le requería la popular entrevistadora, Armstrong confesó que tomó EPO, testosterona, la hormona del crecimiento y se hizo transfusiones de sangre, y que iba dopado en sus siete victorias en el Tour de Francia. "En mi opinión no es humanamente posible ganarlo sin estar dopado", aseveró.
"No sentía que estaba mal ni me parecía que estuviese mal. Lo peor de todo es que no creía que estuviese haciendo trampas", aseguró el americano, que fue al diccionario para ver el significado de la palabra 'trampa' y vio que era obtener ventaja sobre alguien de un modo ilegal.