Graham ha explicado que su padre le contó cientos de veces que nació a mediodía justo cuando sonaban las campanas del ayuntamiento de Leeds. Cuando murió, ha dicho, miré el reloj y eran exactamente las 12. Su hijo está seguro de que "realmente quería irse a los 103 años. Tenía una determinación increíble y sencillamente creo que era lo que quería."
Hace un par de semanas este bisabuelo se cayó y tuvieron que operarlo de la cadera. Ya no salió del hospital. Hasta ese momento, Newell había gozado de muy buena salud. "Ha hecho mucho deporte y estaba en forma para su edad", ha asegurado su hijo al diario Mirror. "Si no hubiera sido por su caída íbamos a llevarlo a España por su 103 cumpleaños.", ha añadido.
Uno de sus cinco nietos, Andy, escribió el día de su muerte: "En este día de 1913 mi abuelo sacó su primer aliento, hoy al mediodía el último".