El Gobierno israelí, sin embargo, mantiene el permiso a aquellas personas que tengan la intención de visitar la ciudad para efectuar las oraciones del Ramadán, de acuerdo con un comunicado oficial recogido por el diario hebreo 'Yedioth Aharonoth'.
Netanyahu ha tomado esta decisión tras reunirse con el ministro de Seguridad Interior, Gilad Erdan y el comisario de Policía Roni Alsheikh.