El miliciano, un ciudadano sirio, ha muerto tras ser fusilado por un pelotón en la localidad de Abriha, en el este de Deir Ezzor, por haber acabado, junto con otros miembros del grupo terrorista, con la vida de un niño a mediados de 2016.
En julio, Estado Islámico anunció que había detenido a un miliciano de su propio grupo por haber atacado a un niño en las inmediaciones del río Éufrates.
Por otro lado, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha señalado que al menos un menor ha muerto y otros siete han resultado heridos durante los ataques aéreos llevados a cabo por el Ejército sirio en el distrito de Al Haweka, en Deir Ezzor.