El sistema S-300 fue activado durante un reciente simulacro militar llamado Damavand, en honor a la montaña más alta de Irán.
Rusia entregó este sistema a los iraníes el año pasado, diez años después de la firma del contrato de adquisición. La entrega había sido retrasada por las sanciones que pesaban sobre Irán por su programa nuclear, y recientemente levantadas tras la firma del histórico acuerdo con la comunidad internacional para cesar su programa de enriquecimiento de uranio.
"El sistema fue operado en su totalidad por personal militar iraní", según la nota oficial, "a través de una serie de escenarios que replicaban la hipotética detección, identificación, rastreo y derribo de potenciales amenazas aéreas".
"El ensayo tuvo éxito y el sistema consiguió derribar varios vehículos aéreos", de acuerdo con el comunicado, que no especifica el lugar exacto donde se realizó la prueba, bajo secreto militar.