A pesar de ser una noticia que alegró a muchos niños alemanes, la gran cantidad de plástico que contienen estos recipientes les ha causado un problema medioambiental, según publica el diario argentino La Nación.
No obstante, la noticia no ha tardado en hacerse popular en las redes. “Juego y diversión”, publicaba Bukhard Ewert, un usuario de Twitter, que compartía la imagen de dos niñas felices por la llegada de las sorpresas.
La marea arrastró los pequeños juguetes que cayeron de cinco contenedores que transportaba un barco de China a Bremen. Y los habitantes de la isla han tenido que recogerlos, incluso, en carretillas durante horas, según cuenta Daniela Skrzypczak en sus redes.