HRW denuncia que el Gobierno sigue persiguiendo a quienes critican al Ejército y al Ejecutivo

cuatro.com 28/11/2016 10:32

MADRID, 28 (EUROPA PRESS

"Parece que nadie se puede librar de las acusaciones de las leyes birmanas que penalizan la libertad de expresión. La Liga Nacional para la Democracia (LND), de la que muchos miembros han pasado varios años en prisión por su ideología política, debe actuar para acabar con estas acusaciones y enmendar la ley", ha asegurado el subdirector de la división asiática de HRW, Phil Robertson.

El 18 de noviembre, Myo Yan Naung Thein, miembro de la LND, fue procesado por difamación tras asegurar en su cuenta de Facebook que el Ejército había fracasado en la "defensa del país" con los ataques llevados a cabo en el estado de Rajine y por pedir la dimisión del comandante jefe de las Fuerzas Armadas. El miembro del partido gubernamental se encuentra detenido sin derecho a fianza y se enfrenta a hasta tres años de prisión en virtud de la polémica ley de Telecomunicaciones de Birmania.

Las autoridades birmanas utilizan esta norma, que prohíbe el uso de las redes de telecomunicaciones para "extorsionar, amenazar, obstruir, difamar, perturbar, influenciar de forma inapropiada o intimidar", para detener a aquellos que insultan o difaman a la líder de la LND, Aung San Suu Kyi, al presidente del país, Htin Kyaw, o a las Fuerzas Armadas.

"El Parlamento de Birmania debería actuar con rapidez para modificar el artículo 66 (d) para que esté en consonancia con las normas internacionales para la protección de la libertad de expresión", ha añadido Robertson.

Un miembro del Parlamento que trabaja para la Comisión de la Evaluación de Asuntos Jurídicos y Especiales ha anunciado que este órgano se está preparando para analizar la ley debido a las continuas críticas por su uso.

HRW ha asegurado que la difamación no debería ser un delito penal y que las sanciones penales son siempre castigos desproporcionados por dañar la reputación de alguien. Los casos de difamación que implican figuras públicas son particularmente problemáticos en Birmania, ya que aquellos que están en el poder pueden sancionar a sus críticos.