El primer hombre de Reino Unido en hacerse un tatuaje en la cara en 3D

Noticias Cuatro 23/08/2013 07:27

Mathew Whelan, de Stechford, Birmingham (Inglaterra), es el hombre más tatuado del Reino Unido con un 80 por ciento de su cuerpo cubierto por lo que considera una auténtica forma de arte conocida como 'Body Art' (arte corporal).

Su primer tatuaje lo realizó cuando tan solo tenía 16 años y desde entonces, fascinado por la cultura maorí y los tribales, ha continuado sumando ríos de tinta a lo largo de todo su cuerpo que se manifiestan en forma de dibujos cargados de simbolismo.

Sin embargo, a sus 33 años, Mathew ha querido ir un paso más allá, decidiéndose a añadir a su extenso repertorio varios tatuajes en tres dimensiones en su cara.

A través de una elaborada y dolorosa técnica que implica el uso de herramientas que se emplean en las clínicas dentales y en cirugías, por medio de una máquina que emite pulsos eléctricos, se quema y cauteriza la piel.

De este modo, a través de la llamada "escarificación", se consigue crear un llamativo efecto de relieve.

Pese al extraordinario dolor que implica el procedimiento, que perfora incisivamente la carne para lograr su propósito, Mathew, quien se ha hecho cambiar oficialmente el nombre por 'His Royal Majesty Body Art King of Ink Land' (Su Real Majestad Body Art Rey de la Tierra de la Tinta), reconoce estar encantado con haber llevado a cabo su idea.

"Sé que es extremo, pero este es el modo de expresarme y mi estilo de vida elegido. Me encanta. Estoy realmente inspirado por las tribus Maoríes y verdaderamente quería tener todos mis tribuales marcados en la cara".

Su locura, que entre los aficionados a esta práctica cada vez se está poniendo más de moda, le ha llevado a convertirse también en el primero de la región en tener un tatuaje 3D en el rostro.

Lee Westwood, de 40 años, el encargado de llevar a cabo la obra a lo largo de su cuerpo durante la primera de las etapas en que necesariamente se dividió el proceso para no hacerlo excesivamente doloroso, reconoce, tal y como recoge el diario británico 'Daily Mail', que ha sido "muy ambicioso y el mayor reto" que ha llevado a cabo nunca en su trabajo en 'Birmingham Ink'.

Pese a que Mathew, quien ha gastado más de 23.400€ decorando su cuerpo, consultó a su médico de cabecera antes de decidirse a embarcarse en su nueva aventura en el mundo del ‘Body Art’, y una de las posibles complicaciones era que entrase en shock debido al intenso dolor, el británico no tuvo dudas, y tras hacerse los tatuajes se muestra muy satisfecho por los resultados.

Ahora, para aquellos que comparten su pasión es como "una obra de arte viviente", tal como lo define él; un cuadro artístico con vida. Para otros, sin embargo, un loco que ha manchado casi todo su cuerpo con su inexplicable locura.

Él, sin embargo, prefiere responder a la discriminación con humor, asegurando que aquellos que se muestran a disgusto al verle lo hacen simplemente porque la sociedad no ha sido educada para verlo como algo normal y no juzgar simplemente por la apariencia de las personas. “A aquellos a los que no les gusta les digo que tengo un ‘Dónde está Wally’, que en realidad no tengo, pero es gracioso ver cómo se pasan horas buscándolo”.