Guterres condena el atentado perpetrado contra un convoy de la MINUSMA en el norte de Malí

EUROPA PRESS 06/09/2017 06:57

En su comunicado, Guterres ha recalcado que los ataques contra las tropas de pacificación "podrían constituir un crimen de guerra", expresando además sus condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas.

La MINUSMA ha indicado se el atentado ha sido perpetrado al paso de su convoy en los alrededores de la localidad de Aguelkoh, situada en la región de Kidal (norte).

El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia. La inestabilidad se ha extendido en los últimos meses hacia la zona centro del país.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha establecido este mismo martes un régimen de sanciones en Malí, incluidas prohibiciones de viaje y congelación de activos de las personas y entidades que minen el acuerdo de paz firmado en 2015.

En su resolución, adoptada por unanimidad, el organismo ha aprobado la creación de este comité de sanciones, integrado por los 15 países del Consejo de Seguridad, y ha pedido a Guterres que cree un panel formado por cinco expertos que apoye los trabajos del comité durante un periodo inicial de trece meses.

La decisión ha sido adoptada en respuesta a la petición formulada por el Gobierno de Malí el 9 de agosto a favor de la creación de este comité, citando las reiteradas violaciones del alto el fuego en el norte del país.

El Gobierno de Malí aprobó el 30 de abril prorrogar seis meses más el estado de emergencia, misma jornada en la que Francia informó de la muerte de 20 milicianos en una zona boscosa entre Malí y Burkina Faso en una operación en la que participaron efectivos de aire y de tierra.

Diversos grupos armados han ejecutado en los últimos meses varios ataques en Malí, siendo uno de los más graves un atentado suicida ejecutado en enero por Al Murabitún contra una base militar de Gao, en el que murieron al menos 77 soldados y miembros de milicias firmantes del acuerdo de paz de 2015.