En su comunicado, ha lamentado la "completa indiferencia por la vida humana mostrada por los responsables (del atentado)", al tiempo que ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas.
"Los responsables de atentados, y cualquiera que ejecute ataques contra civiles, debe rendir cuentas", ha remachado.
El ataque fue ejecutado en el cementerio de Bab al Saghir, situado en la Ciudad Vieja, donde un autobús hizo explosión antes de que un terrorista suicida detonara su carga durante los instantes de pánico. La mayoría de las víctimas son peregrinos chiíes.
La coalición de milicias Tahrir al Sham (Comité de Liberación del Levante), liderada por el Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra-- ha asumido la responsabilidad del atentado.