El acuerdo firmado por el Gobierno y los rebeldes tuareg del norte de Malí incluye la presencia de las autoridades malienses en las principales ciudades de la zona septentrional de la nación africana para evitar un vacío de poder.
Tras la exitosa llegada del Gobierno interino a las ciudades de Gao, Kidal y Menaka, este lunes estaba previsto que se instalara en Tombuctú, pero el Congreso para la Justicia del Azawad (CJA) ha impedido que la delegación oficial llegara a su destino.
Los milicianos del CJA han bloqueado los accesos a la ciudad y han tomado los edificios administrativos. Además, se han escuchado disparos aislados, según informa la emisora francesa RFI.
El CJA, que reclama una mayor representación en las nueves estructuras creadas por el acuerdo de paz, rechaza la presencia de políticos de Bamako que, en su opinión, desconocen la realidad social de la zona.
Naciones Unidas no ha ocultado su decepción. "Es un comportamiento inaceptable. No negociaremos con una pistola en la sien", ha dicho un representante de la ONU al término de una reunión de crisis en Bamako.