Grecia ha dado el visto bueno a sus cuentas para el año que viene. El duro y austero presupuesto para 2012 ha sido aprobado en el Parlamento con los votos favorables de 258 de los 299 diputados que participaron en la votación. Las cuentas prevén un severo recorte en el gasto público. Además, se reducirán los salarios públicos y las pensiones y el presupuesto en Educación también se verá mermado. Mientras, el primer ministro griego, Lúkas Papadimos, insiste en que la posición del país en "Europa no es negociable".
Grecia ha aprobado por mayoría abrumadora los presupuestos para el año que viene que prevén un fuerte ajuste en consonancia con lo requerido desde Europa y las instituciones internacionales.
A última hora del martes, el Parlamento griego dio el visto bueno a las cuentas con los votos favorables de 258 de los 299 diputados. Mientras, 41 diputados del Partido Comunista y la Coalición de la Izquierda Radical y los independientes progresistas se opusieron al texto.
Tras la aprobación, el primer ministro griego, Lúkas Papadimos, ha asegurado que el presupuesto será ejecutado en un período particularmente difícil para Grecia.
"Un período crucial, ya que nuestras acciones determinarán el futuro económico de nuestro país, no sólo para 2012, sino para toda la década", ha declarado el dirigente que ha insistido en que la posición del país en "Europa no es negociable".
Las cuentas griegas para el próximo año recortan en 5.000 millones de euros el gasto público y consolidan la política de austeridad exigida por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para seguir ayudando al país a combatir su enorme deuda.
Además, se prevé una reducción de los salarios públicos y las pensiones, mientras que también habrá un ajuste en el presupuesto de Educación. Sin embargo, según se ha anunciado, crecen las partidas para armamento militar y para Interior.
Con la aplicación de estas medidas, el Estado aumentará sus ingresos un 7,1%, según las previsiones oficiales.