El cese, publicado en la Gaceta Oficial, afecta en concreto a 4.464 personas, que se suman a las más de 125.000 que ya han sido apartadas de sus puestos en el último medio año. Además, el número de arrestos rondaría ya los 40.000.
Las autoridades vinculan a todas estas personas con la red que dirige el clérigo Fethulá Gulen, exiliado en Estados Unidos y señalado como 'cerebro' de la asonada.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha aludido a esta supuesta trama y a la lucha contra Estado Islámico y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para defender la reforma constitucional que le conferirá más poderes.
Erdogan, que aún debe firmar la propuesta de cambios remitida por el Parlamento, ha advertido de que el rechazo a la nueva Constitución le enviaría "una señal positiva" a los milicianos que amenazan a Turquía dentro y fuera de las fronteras.