La gobernadora de Tokio emerge como gran fuerza de las elecciones en Japón

Noticias Cuatro / Agencias 22/10/2017 09:19

La popular gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, y su recién creado Partido de la Esperanza han convertido lo que en principio debería haber sido un plácido día para el primer ministro, Shinzo Abe, y su partido Liberal Democrático (PLD), en una prueba de fuego para la siguiente era de la política en Japón, una que ha comenzado este domingo, con la inicio de las elecciones parlamentarias marcadas por la ausencia de una oposición histórica, por la llegada de un nuevo partido y por la posibilidad de una reforma militarista de la Constitución en el horizonte.

Abe partía como favorito absoluto en unos comicios donde tenía todo a favor para arrasar y ahora, aunque su victoria sigue fuera de toda duda, tiene que esperar a ver qué sucede con la abrumadora mayoría de la que ahora mismo disfruta en la cámara, porque los sondeos apuntan a que hay una clara posibilidad de que la pierda gracias a la aparición de Koike y su partido.

El problema al que se enfrenta Koike es que ahora mismo Abe se encuentra en una de las posiciones más fuertes desde que comenzara su mandato en 2012. La oposición que el partido Democrático (PD) ha ejercido desde hace décadas está prácticamente disuelta a todos los efectos, muy en parte por su fracaso a la hora de oponerse a la política exterior de Abe, el ámbito donde el primer ministro es ahora más fuerte, dado el apoyo popular recibido a su desafiante postura contra la amenaza de Corea del Norte.

El hecho de que Abe haya decidido adelantar a este domingo las elecciones se interpreta como el golpe de gracia al PD y a la oposición en general, algo que no se le habría pasado por la cabeza en marzo, cuando su popularidad se encontraba en mínimos absolutos, un 26 por ciento, rodeado por múltiples escándalos de corrupción. El más visible de ellos el que implicó a su propia esposa, "directora honoraria" de una guardería privada que recibió un inexplicable descuento a la hora de adquirir terrenos públicos.

De hecho, la campaña ha vuelto a poner de manifiesto la absolutamente nula conexión entre el primer ministro y su electorado. Ello se percibe con nitidez en las encuestas sobre su iniciativa para reformar la Constitución del país, que básicamente reconocería el derecho de las "Fuerzas de Autodefensa", el Ejército japonés, a intervenir en combate por vez primera desde la 2ª Guerra Mundial. Buena parte de los japoneses la apoyan, pero preferirían que la abanderara otro.

"Lo que sucede es que (Abe) se la ha jugado, el momento era perfecto y, por lo que parece, le va a salir de la maravilla", ha declarado al magacín 'Time' el director de Estudios Asiáticos de la Universidad del Templo en Tokio, Jeff Kingston.

APARECE KOIKE

El caso de Koike es un poco especial porque la ex ministra de Defensa ya ha anunciado que no se presentará a las elecciones como candidata de su nueva formación. El motivo es su deseo de permanecer como gobernadora de Tokio hasta pasados los Juegos Olímpicos de 2020

"Desde el principio he estado diciendo que no me presentaría", ha aseverado la que fuera exdiputada del PLD a las órdenes de Abe. "No soy una ganadora de mayorías, pero quiero que nos hagamos con el mayor número de candidatos para poder plantar cara", ha manifestado en relación a la posible futura configuración de una cámara sin supermayoría liberaldemócrata.

Sea como fuere, el Partido de la Esperanza se presenta con un programa casi tan conservador como el de Abe, con el que solo se enfrenta en cuestiones como la energía nuclear, un ámbito donde Koike ha apostado por la eliminación de todas las centrales para 2030 frente a las intenciones de Abe de actualizar todas las plantas nucleares para cumplir con sus compromisos medioambientales, o el aumento del IVA del 8 al 10 por ciento propuesto por el primer ministro y al que la gobernadora también se opone. Pocos cambios, por lo demás.