Fue un conocido quien se acercó un día a Antonia Chinn en una tienda para felicitarla por su bebé, mientras le enseñaba una foto de su expareja, Nathan Wilmott, en la sala de partos celebrando el nacimiento de su hija secreta con su amante.
Así, la mujer no dudó en presentarse en casa de su ex en Somerset, Inglaterra. En el garaje encontró una mujer, su actual pareja, y rabiosa la emprendió a golpes contra la furgoneta del hombre.
Chinn, que ha admitido los hechos en el juzgado, ha dicho que lo "haría de nuevo" y que Wilmott “obtuvo lo que se merecía”. "Me rompió el corazón cuando vi esa foto de él y el bebé. Él era la persona con la que quería estar siempre y me dolió”, ha asegurado en declaraciones recogidas por el diario Daily Mail.
La mujer contó al juzgado que había estado con Wilmott cinco años y que habían intentado tener hijos, incluso mediante tratamientos de fertilidad. “No fui a su casa para causar problemas, pero no estaba realmente en paz, y reaccioné pateando la furgoneta”. Aunque su ex aseguró que el arreglo del vehículo constaría caso 3.000 euros, el tribunal ha condenado a Chinn a pagar 56 euros.