Como parte del acuerdo, las partes han accedido a un canje de prisioneros que se producirá este martes a las 21.00 (hora local). También serán entregados los cadáveres de los "mártires", señala la agencia de noticias siria SANA.
Además, la carretera que conecta Hasaka con la vecina localidad de Qamishli, "y todas aquellas que conduzcan a las posiciones del Ejército sirio dentro y fuera de Hasaka", se abrirán. "Todas las carreteras se abrirán", ha afirmado SANA.
"También han acordado trabajar para resolver la cuestión kurda, así como iniciar el debate sobre la situación de los empleados despedidos de los establecimientos gubernamentales", ha añadido el medio de comunicación oficial.
Las milicias kurdas YPG, que ya controlan amplias franjas de territorio en el noreste de Siria, se han hecho con la práctica totalidad de Hasaka en los combates con las fuerzas gubernamentales que estallaron la semana pasada, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Un responsable kurdo había informado antes del anuncio del cese de hostilidades de que algunos responsables gubernamentales permanecían resistiendo en edificios del centro de Hasaka.
"La aplastante mayoría de la ciudad está bajo el control de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y las Asayish (fuerza especial kurda), a parte de la zona de seguridad", había indicado Naser Haj Mansour.
El responsable había descrito el resultado como "un paso adelante" para los grupos kurdos que quieren una solución federal a la guerra en Siria para salvaguardar su autonomía. Según el Observatorio, las fuerzas kurdas también han arrebatado cinco localidades a milicianos pro gubernamentales.
El director del Observatorio, Rami Abdulrahman, había subrayado que "aunque (las milicias pro gubernamentales) mantienen una presencia simbólica, supone una gran derrota para el régimen en Hasaka".
La batalla por Hasaka es la confrontación más violenta entre las YPG y Damasco desde que estalló el conflicto. Hasta ahora ambas fuerzas habían evitado enfrentarse directamente y habían centrado sus esfuerzos en combatir a otros rivales comunes, aunque por separado.
Las zonas controladas por las YPG en el norte de Siria incluyen una franja ininterrumpida de 400 kilómetros de la frontera sirio-turca desde los límites con Irak al río Eufrates, y una zona en el noroeste de Siria llamada Afrin.