La facción escindida del Saenuri exige el desmantelamiento de la formación

EUROPA PRESS 11/01/2017 07:18

"El líder interino (del partido) debe dimitir, junto con los leales a la presidenta, y el Saenuri debe ser desmantelado próximamente para ganar respaldo del pueblo", ha señalado Joo Ho Young, quien se ha hecho cargo de la nueva formación.

Un total de 29 parlamentarios del partido gubernamental anunciaron su salida la formación para crear un nuevo partido, que buscará atraer el voto de los conservadores desencantados con el Saenuri y con la gestión de Park al frente del país.

La nueva formación, que se iba a denominar Nuevo Partido Conservador por la Reforma, finalmente será registrada --previsiblemente el 30 de enero-- como Partido Barun.

Su equivalente en inglés todavía no se ha decidido, ya que el grupo todavía tiene dificultades a la hora de definir un vocablo adecuado para definir su identidad política. Barun puede traducirse como "recto" u "honrado", según recoge la agencia surcoreana de noticias, Yonhap.

Joo ha señalado, además, a 15 miembros del Saenuri de ser responsables del escándalo, que ha acabado con la destitución en el Parlamento de la mandataria --y que debe ser ratificada en el Tribunal Constitucional--, y ha criticado el "proceso de purga" del actual partido, que califica de escaso ya que la expulsión de "dos o tres" diputados es una muestra de "falta de sinceridad a la hora de buscar una reforma real".

In, que se hizo con el liderazgo temporal del partido tras estallar la polémica que ha salpicado a la presidenta, ahora apartada del cargo, ha amenazado con eliminar a todos los que han respaldado a la presidenta, instándoles a dimitir y a aceptar sus responsabilidades en el caso de corrupción que ha sumido al Saenuri en la crisis más grave de su historia si bien de la formación han salido pocos diputados, entre ellos, el expresidente del partido, Lee Jung Hyun.

La formación conservadora se enfrenta a su peor crisis tras salir a la luz una trama de corrupción, que señala a la presidenta de permitir a una confidente y amiga interferir en asuntos del Estado --a pesar de que ésta no tenía ningún cargo dentro del Gobierno-- para beneficiar a dos ONG de su propiedad, caso que también ha salpicado a los ejecutivos de varios de los conglomerados más importantes del país.