Los hechos se produjeron en la noche del domingo al lunes en el refugio de Goûter, situado a 3.835 metros de altitud. Allí, un alpinista de 48 años se levantó por la mañana y se encontró con la sorpresa de que sus botas habían desaparecido.
Ante esta circunstancia, desde el refugio se alertó al Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) de Chamonix de que había un alpinista que debía ser evacuado pero que el caso no era urgente.
La evacuación del alpinista, del que no se conoce la identidad, tuvo que hacerse por helicóptero puesto que al refugio sólo se puede llegar a pie desde la terminal de tranvía en Nid d'Aigle, situada a 2.372 metros de altitud, tras una caminata de varias horas por piedras y nieve.