Las elecciones en Francia y Grecia de este domingo han podido sentar las bases de un nuevo rumbo o cambio de tendencia en Europa. La victoria del socialista François Hollande en Francia abre la puerta a una reorientación de la hasta ahora política europea de austeridad. Mientras, en Grecia, los ciudadanos han castigado con dureza a los grandes partidos y han creado un escenario que puede hacer peligrar la estabilidad política en el viejo continente. Pese a ello, los Gobiernos tratan de minimizar los peligros y lanzan mensajes de alianzas y cooperación a pesar de que las Bolsas no consiguen esquivar los números rojos.
La crisis pasa factura. Europa parece iniciar el principio del cambio tras las elecciones de este domingo en Francia y Grecia.
La victoria de Hollande ha escenificado el inicio de una nueva etapa, ya que el ya nuevo presidente francés aboga por una reorientación de la política comunitaria rechazando la actual austeridad y apostando por "el crecimiento y el empleo".
Así, Francia ha demostrado que quiere un cambio de ritmo tanto para su país como para el resto de Europa. La victoria de Hollande se interpreta como un voto de confianza hacia sus promesas de condicionar los necesarios ajustes a unas políticas encaminadas al crecimiento.
En Grecia, la situación es bien distinta. Las elecciones han arrojado un panorama nada alentador donde el parlamento se acerca peligrosamente a la ingobernabilidad.
El partido conservador Nueva Democracia ha sido el vencedor, pero su frágil mayoría pone en riesgo la formación de un gobierno de coalición favorable a un nuevo plan de rescate europeo.
Sin embargo, los Gobiernos tratan de mantener la calma y lanzar mensajes de cooperación y alianza de cara al futuro inmediato.
La propia canciller alemana, Angela Merkel, ha telefoneado personalmente al nuevo presidente francés para expresarle su confianza de que ambos serán capaces de trabajar de forma coordinada en el marco de la crisis de la eurozona al tiempo que ha mostrado su preocupación por la situación en Grecia.
Mala respuesta de los mercados
Pese a todo, los mercados se han teñido de rojo y no han dado su visto buenos a los resultados electorales en Francia y Grecia ya que las principales plazas se han despertado en negativo.
Así, la Bolsa española se dejaba en la apertura un 1,82% mientras que la prima de riesgo repuntaba hasta los 428,5 puntos básicos.
Mientras, la tendencia se mantenía en el resto de mercados europeos que registraban descensos del 2,21% en el caso de Milán, del 1,58% en París, del 0,9% en Francfort.