Solo un 44 por ciento de estadounidenses ve con buenos ojos las decisiones tomadas por la campaña de Trump desde su victoria en las elecciones presidenciales de noviembre. Por comparar, el presidente Barack Obama obtuvo un 83 por ciento de aprobación a pocos días del inicio de su primer mandato en 2009, su precedesor, George W. Bush, arrojó un 61 por ciento de aprobación en 2001. Bill Clinton, un 68 por ciento en 1993.
La encuesta arroja además una progresiva pérdida de confianza en la capacidad de Trump durante el proceso de transición, que en diciembre contaba con un 48 por ciento de aprobación (un porcentaje que de por sí ya se movía en mínimos absolutos según el registro histórico de Gallup) en especial entre los votantes declarados independientes, el sector más desencantado.
Cabe decir que el respaldo de Trump entre los republicanos sigue siendo muy elevado e incluso ha subido un punto porcentual (del 86 por ciento de diciembre al 87 por ciento de enero). Sin embargo, el apoyo de los independientes ha caído en picado siete puntos (el 46 al 33 por ciento). Entre los demócratas, solo un 13 por ciento de los encuestados conceden su beneplácito al proceso de transición abanderado por el magnate.
"Por las razones que sean", apunta la encuestadora, "la estrategia de Trump desde el 8 de noviembre no ha aliviado las preocupaciones de los estadounidenses en torno a su persona", según la conclusión de este sondeo, efectuado entre los días 4 y 8 de enero, con un margen de error de +/- cuatro puntos porcentuales.