El dato correspondiente al año pasado refleja una caída de una décima en comparación con el de 2014, cuando las autoridades calcularon en 78,8 la esperanza de vida media de la población norteamericana.
El descenso se atribuye a la revisión a la baja de la previsión para las mujeres (81,2 años) --en el caso de los hombres se ha pasado en un año de 76,3 a 76,5 años-- y al aumento del número de muertes por cada 100.000 habitantes, que ha subido un 1,2 por ciento, hasta las 724,6.
En cuanto a las causas más comunes de fallecimiento, los problemas cardiacos continuan a la cabeza, seguidos del cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, las heridas fortuitas y el infarto cerebral.